¿Vampiros? Flanagan no cree en vampiros, al menos cuando luce el sol. Pero de noche, solo en un castillo en ruinas, en una comarca famosa por su cosecha de cadáveres desangrados... es otra cosa. Por una estúpida apuesta, sus vacaciones en la nieve se convierten en una sucesión de situaciones peligrosas. Y, por si fuera poco, tiene, además, algunas preocupaciones: el niño pijo se ha empeñado en quitarle a su novia; ha de descubrir al enmascarado de quien se ha enamorado María Gual, y, lo más importante, superar un cursillo acelerado de esquí.

Clara Longo, quien fuera la primera novia de Flanagan, ha sido detenida por la policía a causa de su vinculación con una banda que comercia con objetos robados. Cuando él se entera, preocupado por su situación actual, decide contactar con ella, que ahora vive en casa de sus tíos. A los dos días de un primer encuentro, Flanagan recibe una llamada de la policía: Margot, la tía de Clara, ha sido asesinada y la joven está retenida como imputada. Convencido de su inocencia y ayudado por Nines y Charche, se introduce en un turbio asunto y se convierte en el único que puede salvar la vida de su primer amor.

Se puede jugar con el corazón de una pobre niña rica pidiéndole dinero para comprar libros y utilizándolo para pagarse a un par de profesionales del sexo...
Se puede jugar con el miedo de una famosa modelo y actriz de cine, y asediarla con llamadas telefónicas y amenazadoras hasta hacerla enloquecer...
Se puede jugar al escondite con un traficante de drogas, metiéndose en su discoteca y destrozándolo todo sólo para llamar la atención...
Se puede jugar con las palabras y elaborar teorías literarias, revolucionarias e inconoclastas sobre autores clásicos de toda la vida y sus detectives de ficción, con la única intención de ligar... 
Se puede jugar con cueros y cadenas y mordazas y látigos...
Se puede jugar en casa y en la calle, en el hospital, en el aparcamiento, en el asilo de ancianos, en el restaurante y hasta en casa de tu hijo, en compañía de nuera y nietos...
Se puede jugar a policías y ladrones, y a investigadores privados, como los de las películas, y al ajedrez, y al parchís, y al póquer, y al mus, y hasta a la ruleta rusa...
Pero con los muertos, no, eso sí que no:
Con los muertos no se juega.

Xusto a primeiros de setembro, coincidindo co cumio de Xefes de Estado que se celebra en Barcelona, uns días antes de que Nines lle prepare a festa do seu dezaoito aniversario, Flanagan sabe polo seu amigo Charche que a policía detivo a Clara Longo, a que fora a súa primeira moza, unha heavi lindísima da que nada sabía dende facía catro anos. A pesar de que os rillotes do Komando Destrutor lle pediran que seguise á profesora Xema Obiols, unha oportunidade estupenda para estrear a súa moto nova de segunda man, Flanagan non poderá evitar buscar o rastro de Clara, que recoñece coma unha das mozas máis importantes da súa biografía sentimental. Movido por estas saudades inexplicables, Flanagan atopará esa pista na tenda de Todo a Un Euro, propiedade de Simón Bericart e Margot Longo, unha tapadeira para vender xoias roubadas. Mais a súa perplexidade aumentará cando coñece que a tía de Clara é asasinada. Flanagan, entón, deberá enfrontarse a resolver un dos seus casos máis complexos e perigosos.

El jove dominicà Arcadio Téllez mor per una ferida d’arma blanca en una baralla que té lloc en una discoteca. Wendy i el seu company Roger acudeixen els primers al lloc de l’incident i troben molt d’enrenou: és nit de futbol i el Barça ha perdut. Entre l’aldarull i la multitud sembla impossible identificar l’assassí. Com podran mantenir intacta l’escena del crim i esbrinar el culpable amb tants sospitosos? Potser la Wendy té una pista per començar la investigació…

Kalina Stefanova convierte su pluma en una varita mágica para traernos, como por arte de encantamiento, un cuento fascinante no exento de lógica y de trasfondo ético. Ana, adolescente universitaria, descubre un buen día que tiene a su servicio unos diminutos personajes (no más altos de ocho centímetros) de los que puede obtener una serie de ventajas lícitas. La disponibilidad de este «servicio» está supeditada a que la beneficiaria observe en todo momento un comportamiento virtuoso e intachable.

Siendo siete estos enanitos, y al corresponder cada uno de ellos a un aspecto del carácter y de las aptitudes de Ana, podríamos afirmar que ella es una especie de Blancanieves moderna.

Con estos elementos de base y unas generosas dosis de comicidad e imaginación, la autora describe una serie de situaciones cuya lectura nos hace pasar momentos muy agradables. Dado su carácter edificante y fantástico, el libro es apto y recomendable para lectores de todas las edades.

Este exquisito bestseller de la autora y crítica teatral Kalina Stefanova es un cuento sorprendente que consigue despertar nuestro espíritu y calmar el alma.
Es un testimonio mágico del poder espiritual y del ser encantado que existe dentro de cada uno de nosotros. Al igual que Antoine de Saint-Exupéry, Stefanova parece tener la misma capacidad de expresar lo inexpresable.
Como en todos los buenos cuentos de hadas, Los enanitos de Ana nos trae la historia de la vida interior. Lleno de asombro infantil, Kalina ha puesto de manifiesto algunos de sus más preciados vuelos de la imaginación. Y al hacerlo, nos aporta una chispa de comprensión universal mediante este viaje en el que lo mágico se convierte en realidad y ésta, la realidad, adquiere mágicas proporciones.

KALINA STEFANOVA
Autora y editora de diez libros, tres los cuales fueron publicados en Nueva York y Londres. Sus obras han sido ensalzadas por la crítica de quince países, y sus artículos, publicados en diecinueve idiomas. Ha sido profesora Fulbright en la Universidad de Nueva York y profesora en la Universidad de Ciudad del Cabo. Ha impartido conferencias en numerosos países, desde Rusia a Singapur. Durante dos mandatos fue vicepresidenta de la International Association of Theatre Critics (IATC). Actualmente desempeña los cargos de profesora adjunta en la Academia Nacional de Artes Escénicas y Fílmicas de Sofía (Bulgaria) y de directora de simposios de la IATC.